Después de 40 días trabajando desde casa, muchos empleados han desarrollado costumbres que convierten su rutina en una poderosa herramienta de flexibilidad y productividad. Otros han sufrido más estrés que nunca y han caído en hábitos poco saludables. Repasamos las mejores prácticas para acostumbrarnos a esta nueva normalidad y que todos, empresas y asalariados, podamos disfrutar de sus beneficios.
- Incertidumbre
Ante todo, seguimos en una situación excepcional. Ver el número de afectados por la pandemia bajar y subir puede afectar gravemente nuestra concentración. Es importante practicar la serenidad. Entender lo que puede y no puede afectarnos, lo que podemos controlar y lo que no, y minimizar el impacto de la incertidumbre es una habilidad que se tendría que cultivar activamente. - Expectativas con la dirección
Si aún no lo ha hecho, hágalo: horarios, vías de comunicación, interrupciones, límites en la flexibilidad… Como empleado, sea completamente honesto sobre cualquier compromiso que tenga durante la jornada laboral, en lugar de ocultarlo. Una conversación honesta puede ahorrar malentendidos, decepciones e incluso el fracaso estrepitoso de la nueva relación laboral.
Si necesita tomarse un tiempo libre, recupérelo. La flexibilidad y la confianza deberían ir siempre de la mano. - Equipo
¿Tiene todo lo que necesita para desempeñar su rol? El equipo informático es crucial, incluidos los programas de gestión de negocio, el acceso a los datos y la rapidez en las telecomunicaciones. Interésese por las nuevas tecnologías y sea un poco más curioso de lo habitual. La tecnología debería ser una palanca de productividad, no un inconveniente. Microsoft es el líder indiscutible en el sector y ofrece nube, seguridad, herramientas de productividad y software de gestión de negocio con una calidad y un precio imbatibles.
Por último, cuanto más tranquila y libre de distracciones sea su área de trabajo, mejor. La experiencia demuestra que somos más productivos en un espacio confortable, controlado y dispuesto para trabajar que en la mesa de la cocina o sentados en el sofá. - Rutinas que funcionan
Al entrar en este experimento forzado, no debemos olvidarnos de los rituales que marcaban el comienzo de nuestra jornada laboral. Son importantes porque los elegimos en su día para hacer la rutina más fácil. El café con charla, la carrera matutina o vestirse de oficina pueden ser hábitos que, si funcionan, vale la pena replicar mientras / cuando uno trabaje desde casa. - Comunicación
Cuando las personas no están físicamente juntas, una buena comunicación se vuelve más importante que nunca. Al comienzo o al final del día, lo ideal es hacer una llamada rápida de cinco minutos para que empleados y supervisores se pongan al día.
Además, se recomienda una videollamada los lunes o los viernes con todo el equipo. Esta reunión ayuda a conservar el espíritu de equipo y a mantener a todos involucrados e informados. La herramienta Microsoft Teams puede ser crucial para asegurar el éxito de la comunicación. - Distracciones
Una vez que está todo apunto para la jornada laboral, parece increíble la cantidad de distracciones con las que nos topamos durante el día: niños, mensajes privados, tareas domésticas… Es necesario mentalizarse y modificar el comportamiento habitual en el hogar. Por ejemplo, asegúrese de poner la lavadora o lavar los platos la noche anterior. Si las redes sociales son un foco de distracción, descártelas de su zona de trabajo. - Descansos
No moverse de la silla es perjudicial para la salud. Sin compañeros que le inviten a un café, asegúrese de tomar descansos cortos regulares. También es muy importante tener una pausa para el almuerzo. Este es un buen momento para pasar algo de tiempo con la familia. - Desconectar
Por fin, tan importante como todo lo anterior es desconectar del trabajo al final del día. En cualquier momento que haya acordado terminar el trabajo, trate de cumplirlo. Si tiene un área dedicada, cierre la puerta detrás de usted al final del día. Si no la tiene, apague el equipo y retírelo de la vista. Esto le ayuda a definir la línea entre su hogar y su tiempo de trabajo. - Conclusiones
Por último, tome nota de las herramientas que más ha utilizado, las técnicas que haya descubierto y los desafíos en el camino. Esto le puede ayudar a ser más eficiente cuando pase el confinamiento.
Afortunadamente, los esfuerzos de distanciamiento social no solo frenarán la propagación de la COVID-19, sino que también servirán como lecciones de futuro que nos ayudarán a trabajar mejor desde casa.